jueves, 28 de mayo de 2009

Número Siete: "Tinta Coagulada"

Escribir. Pero, por qué, o para qué... o tal vez para quién?
Ha pasado mas de un mes sin que suba nada al blog, y durante todo este tiempo tampoco ha salido ni una sola gota de tinta de mis venas como para escribir un cuento o algo, aunque sea una pequeña reseña de lo que ha sido mi existencia, y luego transformarla en una obra tragica griega.
Pero nada, nada de nada en estos meses de sequía literaria. ¿Qué me está pasando?
Mi anterior rutina de descalabros, de noches eternas y de días inclementes bajo la lluvia me proveían de energías, de ganas, de ese desapego para escribir, de ese desamparo ante la vida, ante el mundo, de esas ganas de decir "Andate a la mierda un rato, no es un buen día" y sonreírle al tipo que le acababa de decir eso.

Hace unos dias recorri las calles de la ciudad, del puerto. Camine por Nelson, baje por D.Portales, llegue a la Av.Argentina, corri por calles que no recuerdo el nombre para finalmente volver al muelle, al eterno muelle, que cobijo varias noches de borracheras, fogatas y amanecidas, de esas excusas para arrancarnos, huir de la city cuando veiamos sus calles demasiado mugrosas, incluso hasta para nosotros. Volví a ese muelle, que como todo, ya no es el mismo, pero como dice la cancion "cambia todo cambia", hsata yo estoy diferente. Y me siento bien así: distinto, otro, con una mirada que no es la misma, con el mundo frente a mi, una ciudad convertida en mi patio de juegos, no como antes... no como antes.
Viejos tiempos? existen? o existieron?

Camine por el Wheelright, pase por la escuela del Tiburon Contreras, toda quemada, y las paredes escritas con tiza, eran tantas palabras, frases, y tan irregular la superficie que no se entendia nada desde donde estaba mirando, pero se veían llenas de frustracion, de pena y de rabia, letras con sangre, sudor y mucha bebida alcoholica. Seguí mi camino hasta la caleta portales, y descanse.
Me sente frente al oceano, ese vibrante mar azul que llamaba una y otra vez, que las olas chocaban y rompian en la orilla, que sus aguas empapaban la arena y la espuma se disolvia en el aire, llegando como brisa a los caminantes perdidos como yo en ese punto del acontecer nocturno.

Por qué escribo? para quién escribo? para qué escribo?
Francamente no me importa, no me interesa para quien tenga que escribir, ni me importa por que tenga que hacerlo, ni para que, solo lo hago. La lluvia limpia todo, se lleva todo, aleja lo malo, lo toxico, lo transforma y purifica, pero muchas veces, se lleva todo, sin dejar nada a cambio, destruye todo, y es necesario construir denuevo esa realidad, ese hoy ayer fue mañana. Y volver a montar todo el escenario, junto con la lluvia corriendo, cayendo libre, limpiando.
El mar, la lluvia, el volver a la tierra...

Este invierno va a ser excelente.


Septima Entrega
Bitácora del Capitán: Mayo, 28. 2009. 00:47.
- Is there Anybody Out there?