viernes, 9 de octubre de 2009

Número XVI: Toxic

Es extraño cómo funcionan las cosas, al menos en mi jodido mundo, dentro de mi cabeza trastornada.
Hasta hace un tiempo este año había sido casi completamente negativo: una despedida que nunca llegaba se materializó; un mundo se vino abajo; mi familia de pañoletas e insignias me abandonó y yo los dejé botados... me quedé sin pega, sin dinero, sin ideas, sin motivaciones, sin sueños... Vacío, jodido, olvidado en un bar y con media botella en la mano, sin compañero que me ayudase a terminar con el alcohol enemigo.

Pero lo realmente extraño era que, mientras parecía que todo el puto mundo confabulaba en mi contra y se ponían de acuerdo para ver cómo cagarme, cómo desarmarme, yo estaba más parado que nunca, con una sonrisa de oreja a oreja (típica del idiota que no sabe que hace), alegre, decidido. No se si contento, o tal vez alegre, feliz, pero no por alguna razon inmediata. Es que, durante ese tiempo, a pesar de todo, siempre pensaba irónicamente que todo "podía ser mejor", como queriendo decir que las cosas están jodidas, pero pueden joderse aún más, y también podían arreglarse con una llamadita al "de arriba", cosa que no sucedería nunca.

En fin, como decía, mientras más negro se ponía el panorama, más insistía en reirme de todos, y en seguir pateando, puteando y gritando, pero moviéndome hacia adelante. Piensa positivo y wea.

De qué mierda te quejas, se preguntará mas de uno. Bueno, la cosa iba bien mientras me iba mal. Por desgracia (o no, ni idea) las cosas empezaron a resultarme, y de maravillas. Tengo un buen lugar, una nueva familia de insignias y pañoletas, de ideas y desafíos, tengo un nuevo espacio donde me publican las weas más bizarras que pueden salir de mi imaginario personal, hasta en la U me motivé, con ganas, firme a pasar los ramos, incluso siendo responsable, haciendo los trabajos. Todo marcha a pedir de boca, pero justo ahora sólo tengo ganas de tocar fondo a como de lugar.

Siento ganas de ver arder la bahía entera, de ver desmoronarse los edificios más altos y de ver encallar montones de ballenas en las costas de la región, playas llenas de petróleo y una nube tóxica de desechos radioactivos dando vueltas por el mundo... quiero ver caos, quiero ver al mundo joderse a si mismo. Quiero ver el Apocalipsis aumentado a su máxima potencia... Quiero tempestad.

Quiero una tormenta grande. De esas invernales que dejan la soberana cagada y que hacen que el mar se agite y la tierra cambie. Necesito ver algo distinto. Como le dije a mi compadre la otra noche que nos fuimos de juerga, estoy esperando que la naturaleza recobre su trono, que extirpe las raíces que ha dejado la especia humana en este mundo de mierda. Quiero ver caer la Torre Titanium.

Tengo la necesidad de tocar fondo, de hacerme mierda, y poder revolcarme en ella un buen rato, porque a veces pareciera que sólo en los momentos donde el mundo se tira en mi contra, tengo la energía para poder sonreír de verdad, para seguir una seudo rutina pero con ganas, con pachorra, con el espíritu de guerrero y alma calma. Es extraño como funcionan las cosas en mi mundo.
El otro día, mientras caía uno que otro goterón, ese domingo fatídico, me quedé esperando la lluvia, cual cabro chico que espera a Santa Claus en navidad para tener regalos. Asimismo me quedé, acostado en el techo de la casa, sintiendo las pocas gotas penetrar en mi piel. Quería lluvia, necesitaba que el agua lo mojara todo. Pero me engañó, me dejó pagando, esperando por el milagro.

La lluvia tiene algo, un no se que, que hace que las cosas cambien, renazcan, reluzcan. De todas las cosas del mundo, no hay cosa que me haga sentir más vivo que el agua (al caer, o al mojarme y empaparme en un torrente salado). Me quedé esperando la lluvia, y con eso, mi liberación.

La rutina, lunes a viernes, mil caras, horas, tiempo jodido que no da marcha atrás. Y yo con esa necesidad de limpiarme pero a la vez tocar fondo. Como la canción "...No tengo ganas de seguir. Pero tampoco tengo ganas de parar. Tendría que pensar que me esta pasando. Pero es que estoy cansado de pensar..." (Intoxicados)... No quiero seguir así, tocando o intentando tocar fondo, pero no quiero parar. Creo que si paro, las cosas seguirán y yo me veré detenido en medio de algo sin forma. Y francamente, me cansé de pensar, de cuestionar, de analizar todo lo que me está pasando... Prefiero dejar que las cosas sean lo que tienen que ser.

Por si acaso preguntan qué pasó conmigo, si me pude desintoxicar de este mundo de mierda... Digamos que estoy a medio camino... para uno u otro lado.
"This One Still Survives..." aunque te duela y te la joda Mundo de Mierda.


Bitácora del Capitán: Octubre 09, 2009. 17:46 hrs.
-"No me interesa saludarte..." (Ricky Espinoza)