jueves, 25 de junio de 2009

Número Nueve: Singing In the Rain


"Y la lluvia caerá...."

Así empieza uno de mis cuentos ( Crónica de Alcohol y Fracaso)...
Pero, a diferencia de mi cuento, esto no se trata de historias tristes, ni de una realidad ficcionada, lo que leerán a continuación, es fiel reflejo de mi mente torcida... (la media advertencia)
No, ya hablando en serio, era como para poder hacer la introduccion... y es que no sabía como poner las primeras letras, siempre dicen que cuesta dar el primer paso, debe ser lo mismo que al escribir. En fin, no es eso de lo que quiero hablar, o teclear...
Pasé días, incluso semanas, hablando y esperando que cayera un poco de agua, y el día que por fin pasa, quede totalmente mojado y casi derrotado en un momento por la maldita lluvia. Y es que, tal vez, era demasiado el tiempo esperado, y era demasiada la mugre, la carga de la cual tenía que liberarme, y debía hacerlo de una sola vez, para terminar de zopetón con esa huevada de necesitar cambios y nuevas energías y ese fuego interno que se apaga. Llevaba días esperando que lloviera, que el cielo se abriera y cayeran gotas y gotas de inclemente líquido, ese grito incontenible y gutural que el firmamento lleva a cabo cada cierto tiempo, ese mismo que no perdona calzadas ni autos ni casas, ni a los transeúntes que deambulan por las calles a la ohra del suceso, esos que apenas se abre la llave corren despavoridos en busca de un refugio, de un alto al fuego...
Estaba esperando, necesitando la energía que conlleva este apocalipsis acuatico, cuando me golpeó de frente. Eran las 07:15 a.m, luego de una noche que no había dormido nada producto del estudio, cuando mi llamado de ayuda fue escuchado, y poco a poco, desde una pequeña llovizna, se larga con todo el poder de las nubes, llenando los caminos y veredas, formando riachuelos que fluyen cuesta abajo y que al llegar a la avenida se juntan en un charco gigante o una corriente capaz de botar a quien se atreva a pasar por ahi. Mi llamado fue respondido, y me preparé para la batalla, una que supe desde un principio, sería sin cuartel ni derecho a tregua, no saldría el sol mientras yo estuviera fuera, mientras siguiera necesitando limpiarme, y eso sería mucho tiempo.
Baje con mis botas, mis jeans negros, mi chaqueta de cuero y mi polerón de Gorgoroth, lo mas dark, lo mas negro posible, demostrando que esta vez sería necesario un batallón completo para ganarme, volviendo a mis tiempos de moika y puntas, con mis botas, aguantando el frio y el agua bajo un puente o en algún mirador o paseo del puerto. Bajé, y desde el primer momento, el agua fue un golpe, un desafío, una puerta al cambio, al nuevo ser...
Clases, prueba, clases, y volver...
Mientras compañeros y otros se guarecían en paraderos o bajo los tejados que disminuían e golpe, yo caminé desde la plaza de miraflores hasta la calle Quillota. Caminando, sin dar pie atras, mojándome, sintiéndome libre, cantando incluso, todo al ritmo de mis latidos, de mi ser, que iba poco a poco renovándose, llenándose de ese nuevo aire que trae la lluvia consigo. Y es que lo necesitaba. Cuando llega, la lluvia barre con todo, limpia la tierra seca, moja los arboles llegando a la misma raíz, arrasa con lo suelto, lo impuro, renueva todo lo que toca, y creo que a mi me pasa lo mismo con ella, cuando llega, necesito mojarme, necesito que barra conmigo, no sirve de nada una mojadita por una llovizna suave, eso alimenta pero no satisface, no purifica todo comparada con un aguacero total, de esos que causan inundaciones y casas anegadas.
Mientras iba caminando, iba recordando cada episodio pasado, cada parte de la historia, ya no tomándola por partes, si no uniendo los pedazos y armando el cuento completo, viendolo como un todo, y cada vez que terminaba una escena, que un personaje salía, iba botando el resto de película quemada, ya vista, ya vivida... Ya no iba a necesitar esas noches eternas de esperar que algo pase, ni esos días oscuros donde solo pensaba en qué hice mal, ni tampoco iba a necesitar los momentos felices, ni las alegrías, los carretes, los recuerdos... No quiero necesitar los recuerdos. No me interesa hablar de los viejos tiempos, no quiero saber nada más de lo que antes fue. Y hasta ahora lo he logrado... Esa lluvia sirvió para empezar denuevo, para limpiar todo, para mostrarle al mundo qué tan jodido estoy, caminando por 1 Norte, cantando fuerte "It's My Life, and its now or never, I ain't gonna Live Forever..."


ES MI Vida... No voy a vivir para siempre, y solo quiero vivir mientras viva... Eso es todo, dejar de preocuparme por quien fui, o como fui, o quienes fuimos, o lo que en un momento tuve y que ya no esta. Quiero vivir, simplemente, y la lluvia me hizo reencontrar eso, o más bien, me ayudo a dar el paso, a mojarme, a llenarme de agua, de ese líquido revitalizante, que al hacer contacto es como una maldita explosión, que abre la mente y los poros, para recibir todo, para llenarte de vida, de la vida que da la lluvia, y que ni el mar, ni la ducha, ni un río pueden equiparar...
Será por que cada gota que cae es casi completamente nueva, luego del ciclo de evaporacion, condensacion, etc... que dura casi 200 años... cada gota que cae, tiene 200 años de historia, y tendra que esperar 200 años más para poder volver a vivir, a caer, a renacer... Será por eso que la lluvia llama tanto? que es una convocatoria a rejuvenecer, a volver al equilibrio, a renacer y dejar todo atras? es incluso mucho mas que el año nuevo... cada lluvia, la primera lluvia del año, te limpia, te deja vacio de todo, y listo para llenarte, de todo estimulo e impulso, te deja espectante en tu mundo.
¿Será lo efimero de la vida de cada gota de agua, y la larga espera que transcurre antes de volver a vivir esa misma efimera vida, que nos hace ver la simpleza de las cosas, y a la vez llama a refortalecernos?
No lo sé... Y no creo tener nunca la respuesta... Ahora, prefiero disfrutar.
El chaparron me dejo empapado, me hizo mierda, casi me lleva a la cama, enfermo, pero me limpio totalmente, me dejo listo, preparado, para sobrevivir este invierno.
Quien sabe, tal vez sea mejor que el año pasado...


Novena Entrega
Bitácora del Capitán: Junio, 25. 2009. 01:32
"Hoy la Lluvia no me moja..."
-El Huracán (La Vela Puerca)

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