jueves, 6 de mayo de 2010

Número XXVII: Sin Sentido

Se supone que en este momento debería estar estudiando, o leyendo... Pero la tinta coagulada está saliendo a borbotones, y no tengo intención de volver a dejarla estancada, mucho menos ahora que fluye libremente casi.

Espero esta sea la última vez que hable de ti en el blog. Aunque con los giros de la vida uno nunca debe decir nunca (no les suena a cliché?). Anyway, acá voy, nuevamente, a dar paso para que las palabras expliquen por mi lo que nunca he dicho, o no he sabido decir, o bien, nunca tuve las pelotas para hacerlo. (Uh que sonó apocalíptico eso!)

Bien. Acabo de borrar todo lo que llevaba escrito, solo por el echo de no estar seguro de decirlo. Soy un caso especial, deberían archivarme y mandarme al Hospital Psiquiátrico (llevo mi propia camisa).

Ayer, mientras terminaba y publicaba la entrada número XXVI, sonó por mis fonos una canción de Kravitz, y la cosa es que, según yo, hay que hacerle caso a la banda sonora de la vida... pero justo un minuto antes había sonado algo completamente diferente. Incluso, te mencioné la canción... Pero ahora Lenny se entrometía y plasmaba un "Stay away from me" que no cuadraba. O tal vez si.

Me quedé pensando, digiriendo un poco la canción, y por qué tal vez habrá sonado... Y motivado con algo de Hash, creo que he llegado a una respuesta, o decision. O tal vez una pregunta...


Sea como sea, la lluvia trajo limpieza, y renovación. Adoro la lluvia, en especial la primera del año. Esa que moja pero no moja, que rie, y que incluso invita a nadar. La temperatura no es baja, y el aire que corre es cálido, agradable.
Venía de vuelta de mi primer entrenamiento, trotando por la calle, con la lluvia callendo, y me dije que debía limpiar de una vez por todas eso que llamo esencia. Y, aunque no quiera, o no me guste admitirlo, eres una espina, que tiene un 50/50 de convertirse en rosa, o ser algo que debo sacarme de la cabeza. No lo malinterpretes, no es que deje de hablarte, ni que seas algo malo que debo sacarme de encima. No.

Pero, si quiero limpiarme en serio, debo botar todo, vomitar la energía, botar la rabia, y escribir la tinta que sale a raudales por las venas. Entremedio de todo estás tú. Nunca me he atrevido a interrumpir el equilibrio de las fuerzas, digamos que llegué a pensar que era parte de lo que debía pagar, por mis errores y fallas anteriores, y que debía aceptar mi destino, sin tentar a la suerte con jugar mi mano contra algo que no sé que pueda ser. Tu cara de poker me intriga, y me jode el no saber ni tener certeza de qué hay detrás de eso.


Ya te dije que te extrañaba, incluso lo publiqué.

Ahora la pregunta: ¿Estás ahí?


Bitácora del Capitán: Mayo 06, 2010. 02:24

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